ESPAÑA
Fábrica yogures
Una fábrica de yogures de cabra para combatir la crisis y el desempleo en Lubrín
El alcalde anuncia que la planta, que posiblemente gestionará una cooperativa, estará terminada este año.
16/06/2010 Lechería latina

Los vecinos están encantados con la posibilidad de que el Ayuntamiento impulse la instalación de una fábrica de yogures y de leche pasteurizada de cabra, tal y como ha anunciado esta semana el alcalde, el socialista Domingo José Ramos.

La mayoría de los encuestados ven bien que se desarrollen proyectos de esta naturaleza en el municipio, ya que consideran que es bueno que se generen oportunidades de trabajo para los jóvenes que eviten que se vayan a residir a otra parte dejando el pueblo sin vida. Así lo entienden vecinas como Josefa Muñoz quien tiene claro que el futuro de Lubrín pasa por el desarrollo de proyectos generadores de empleo para los jóvenes. «Aquí no hay vida y cuantas más cosas pusieran, mejor para el pueblo; aquí no hay trabajo ninguno, mi hijo es joven y está parado», lamenta esta mujer.

La crisis se nota especialmente en pueblos como Lubrín, que en la época de bonanza recibió a numerosos extranjeros en busca de empleo, «aquí sólo había albañiles, pero se han terminado las obras y se han ido porque no hay trabajo», comenta Josefa quien dice que el pueblo está muy bien pero que, si no ponen algo que genere riqueza, no va a tener porvenir.

Cesión El Pocico

El alcalde Domingo José Ramos considera que la posibilidad de poner en marcha una fábrica de yogures está muy cercana, sobre todo después de que la Diputación haya cedido al Ayuntamiento la finca El Pocico, de 39 hectáreas.

El municipio quiere destinarla a la creación de una industria láctea «que generaría empleo en el municipio» y beneficiaría a toda la comarca.

El regidor asegura que existe un proyecto de desarrollo rural para impulsar la creación de un centro de recogida de leche de cabra que contempla una inversión de casi 600.000 euros.

Una vez que la finca sea municipal está previsto que el Consistorio la ceda a una cooperativa para que ponga en marcha una industria láctea. Así lo asegura Domingo Ramos y así lo esperan muchos vecinos que no tienen empleo y quieren trabajar y vivir en su localidad de origen. Es lo que buscan hijos como el de Josefa y proyectos como este lo ven con buenos ojos otros vecinos de Lubrín, como Luis Imbernón. «Me parece bien que pongan una fábrica de yogures de cabra porque Lubrín no tiene ninguna empresa para que dé trabajo y algo tenían que hacer, los jóvenes se tienen que ir fuera», dice.