ESPAÑA
Contrato leche
El contrato de la leche es un fenómeno irreversible
Luis Calabozo Director General de Fenil. «En España hemos aprendido a competir en condiciones más difíciles que el resto de nuestros vecinos europeos».
07/05/2010 Lechería latina

El sector lácteo español se encuentra en un momento de incertidumbre ante el nuevo modelo que se plantea en Europa a partir de 2015 con la desaparición de las cuotas, un escenario que afecta a todos lo sectores de la cadena.

El director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) -organización que agrupa a 80 empresas que representan el 95% de la producción nacional de lácteos y que procesan una media de 7,5 millones de toneladas de leche de vaca, oveja y cabra- es «optimista» porque en España, dice, «hemos aprendido a competir en condiciones más difíciles que nuestros vecinos europeos».

-España produce al año 6 millones de toneladas de leche y consume 9. ¿Podremos llegar a producir todo lo que consumimos cuando desaparezcan las cuotas?

-Desde luego yo soy optimista en que sí. Hasta ahora no hemos sido capaces de saber cuál es nuestro potencial productivo y competitivo. Debemos identificar los modelos que nos permitan descubrir nuestro potencial.

-¿Puede ser beneficiosa la liberalización del mercado en 2015?

-Es cierto que hay incertidumbre, pero creo que la mayor restricción para el descubrimiento del potencial productivo y competitivo del sector lácteo español es el sistema de cuotas. No pueden convivir países que sólo tienen derecho a llegar hasta 6 millones de toneladas con un consumo nacional de 9 millones con otros países que tienen una producción que cuadriplica su consumo interior. Hoy en día, este sistema ya no es efectivo.

-¿Qué causas nos han llevado a la actual situación de crisis láctea?

-Es un sector tradicionalmente intervenido al nivel de la producción que se está desregulando. Esa transición a la liberalización del sector ha coincidido además con una mayor volatibilidad de los precios en los mercados mundiales que ha generado más incertidumbre. Nos encontramos en un momento crucial en el que debemos adaptarnos a vivir de una manera más liberalizada en un mundo con movimientos de precios más volátiles.

-¿Considera que la leche se está utilizando como producto reclamo?

-Sí. En España tenemos un comportamiento de utilización de la leche y los lácteos como producto de atracción de la demanda para otras categorías de la alimentación. Esto hace que se transfiera valor de los productos lácteos a los otros y que además las decisiones estratégicas y de oferta y demanda no tengan que ver sólo con el sector. Es un fenómeno específico de España y de algún otro país del sur de Europa.

Líderes en innovación

-¿Qué opina de los contratos homologados sobre el precio de la leche?

-Significa un cambio de cultura muy importante entre todas las relaciones de la cadena de valor del sector lácteo. Desde julio hasta ahora, el 26% de la leche está sujeta a contratos. Creo que es un fenómeno irreversible, otra cosa es que los operadores tendrán que ir aprendiendo y adaptando este tipo de contratos a la realidad.

-¿Qué se puede esperar de la implantación de la Q?

-Dependerá de que esa calidad del producto sea reconocida por el consumidor y por la distribución. El logotipo Q puede ser un incentivo más para que el consumidor final conozca esta diferenciación. Puede dotar de una mayor seguridad al consumidor e incentivar el consumo de los productos lácteos que lo porten. Ése es su objetivo.

-¿Puede haber otras medidas que ayuden a incentivar el consumo?

-Dependerá de que los lácteos nacionales sean competitivos y desarrollemos el modelo en el que España ha sido líder, como es la innovación o los nuevos productos, y ofrecerlo en condiciones competitivas al consumidor. Creo que tenemos una base muy importante porque hemos aprendido a competir en la cadena de valor en condiciones más difíciles que nuestros vecinos competidores.

-Usted ha sido hasta hace escasas semanas presidente de la interprofesional láctea nacional, ¿qué nos falta para llegar al nivel de Francia?

-La interprofesional láctea francesa tiene 40 años de tradición. Nos falta infraestructura, estructura legal, costumbre y voluntarismo por parte de la cadena de valor. Tampoco hay que olvidar que en Francia interpretan las normas que rigen la competencia de manera distinta a como se realiza en España.