Los agricultores castellano-manchegos sufren desde la semana pasada los efectos de una plaga de conejos, que tras arrasar unas 800 hectáreas de cereales en la provincia de Toledo, han comenzado a atacar el olivar y a comerse las cepas de los viñedos a pocas semanas del inicio de la vendimia.
Manuel Juárez, presidente de ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) en Toledo, explicó que en la localidad de La Torre de Esteban Hambrán, los conejos se han comido los brotes de unas 20.000 cepas, lo que supone unas 20 hectáreas de viñedo. En Gálvez, las pérdidas económicas ascienden a casi 300.000 euros.
La organización agraria considera insostenible esta situación y reprocha la ''desidia'' mostrada por la Administración ante las cuantiosas pérdidas sufridas por los agricultores desde hace más de dos años. Según ASAJA Toledo, hasta la fecha no se han adoptado medidas efectivas para atajar esta plaga, ni se han establecido ayudas compensatorias para los agricultores perjudicados.
Por su parte, los agricultores castellano-manchegos han propuesto a la Consejería de Agricultura la utilización del hurón para luchar contra la plaga de conejos. Según los labriegos, es la opción más eficaz y menos dañina para el ecosistema, ya que la instalación de cepos, otra de las opciones propuestas, implicaría la captura de más especies.
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