Eduardo Buraschi, presidente de la Asociación de Importadores de Productos Alimenticios Refrigerados, indicó que desde fines del 2008, la carne nacional tendió a subir de precio, mientras que la importada empezó a disminuir desde septiembre, lo cual tiende a mantenerse este año, lo que incidiría en una mayor compra de carne importada.
Ya en diciembre pasado se observó que la carne importada estaba entre un 20% y 30% más barata que la nacional, lo que hizo que los volúmenes de compra pasen de 170 toneladas mensuales, que fue el promedio del año pasado, a 260 ó 270 toneladas.
Estima que aproximadamente hasta abril la carne nacional se mostrará más cara que la importada, haciendo que la demanda de esta última aumente cerca de 50%, respecto al año anterior.
Otro factor que favorecería una mayor compra de carne foránea es que debido a la crisis financiera internacional, los países que antes demandaban grandes volúmenes de carne importada van a bajar sus niveles de compra.
De esta manera, si hasta el mes de diciembre pasado, la carne importada no superaba el 2% o 3% de la demanda nacional de cárnicos, y estaba básicamente conformada por cortes especiales, este año podría llegar a representar el 5% o 6% de la demanda.
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