Ocho granjas lucenses registraron los nueve primeros casos de lengua azul en reses autóctonas, una circunstancia que obligará a restringir el movimiento de animales bovinos, ovinos y caprinos procedentes de las tres comarcas afectadas Meira, A Mariña Oriental y Central (Lugo).
La dolencia se detectó en seis explotaciones ovinas y dos vacunas, en cabezas de ganado nacidas en la propia comunidad y no importadas, como había sucedido anteriormente. La aparición de los casos de lengua azul no alterará el proceso de vacunación de vacas, ovejas y cabras que prevé haber inmunizado a 1,4 millones de cabezas frente a las dos variedades de esta enfermedad, 1 y 8, a finales de año.
Así lo ha anunciado el consejero de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, que compareció en Santiago junto al subdirector de la división Gandaría, Francisco Chivite, para confirmar la detección de nueve casos positivos en los ayuntamientos de Lourenzá, A Pontenova y Barreiros.
Estos tres municipios están situados a 150 kilómetros del foco declarado recientemente en Grado (Asturias) y que obligó a declarar zona restringida para el movimiento de ganado a parte de Lugo y la comarca ourensana de Valdeorras.
Suárez Canal y Chivite trasladaron un mensaje de tranquilidad a la sociedad, al recordar que esta dolencia sólo afecta al ganado y tras descartar que haya un problema desde el punto de vista sanitario. Todo, pese a reconocer que esta situación sí afectará al desarrollo socioeconómico de una explotación ganadera. No obstante, el titular de Medio Rural avanzó que su departamento ha vacunado ya a 112.000 reses, un proceso que, según subrayó, evolucionará ''en progresión geométrica'' en los próximos meses y hasta final de año.
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