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 El Doble propósito en ovinos con lana fina |  | 
1. Introducción.
2. La situación en Uruguay.
3. ¿Un mayor énfasis en la producción de carne ovina?
4. Los cruzamientos terminales, con razas carniceras.
5. Un "doble propósito con lana fina".
1. INTRODUCCIÓN.
        
        La ganadería en el Uruguay, y en particular  la ovina, está sujeta hoy a presiones competitivas por los recursos naturales  por parte de rubros que muestran rentabilidades muy atractivas: agricultura,  forestación y lechería. A su vez, dentro del sector ganadero, existe una dura  competencia con los vacunos de carne.
  
        El análisis de alternativas productivas para  el rubro ovino, que lo tornen más rentable en el corto plazo, no es ya mas  una opción sino una necesidad.
           
        El primer paso para definir el sistema de  producción de un productor cuyo interés consiste en aumentar los ingresos por  concepto de su explotación es tener claro:  “que  se quiere producir”.
Dentro de los márgenes que le imponen los recursos físicos y ambientales, debe decidir cual es el enfoque que le va a dar a su rodeo vacuno y su majada. En función de ello tomará decisiones que van definiendo su sistema de producción y sus componentes. Uno de ellos son los recursos genéticos entre los cuales se encuentra la raza.
En nuestro país no es infrecuente que las discusiones comiencen por la raza y en consecuencia no conduzcan a nada que signifique un beneficio para la producción. Seguramente se introducen además elementos emocionales, valores históricos, preferencias personales, que tornan el análisis aún más complicado.
Para aquellos que han tenido la oportunidad de visitar países productores como Australia o NZ, llama la atención, que los productores tienen muy claro qué desean producir y hacia donde enfocan sus objetivos productivos. En función de ello adaptan el resto.
Así por ej. en Australia si un productor en zonas de alta pluviosidad se va a especializar en la producción de corderos gordos para consumo y exportación casi seguramente terminará con una majada cruza Merino X Border Leicester, la cual la va a cruzar con Poll Dorset o Suffolk, comprando todos los años las borregas de reemplazo.
Aquellos que se encuentran en zonas no tan buenas, con climas más secos, seguramente produzcan lana merino fina o superfina. En estos casos, el productor tiene claro el volumen y el tipo de lana que quiere producir.
En particular,  a partir de una situación que se vino  reiterando en los últimos años de precios de lanas merino no muy altos y muy  buenos precios para corderos y adultos, muchos productores australianos han  optado por mantenerse produciendo lana merino y potenciar su producción de  carne. Por ese motivo introdujeron masivamente el Dohne Merino desde Sudáfrica,  el cual ha proporcionado una excelente opción. La utilización de carneros Dohne  sobre majadas merino  comenzó a tener  mucha importancia, dando lugar a un sistema de producción que se conoce como “doble  propósito con lana fina”.
        
        2. LA SITUACIÓN EN URUGUAY.
        
        En nuestro país la situación es diferente y  predominan en ovinos sistemas “doble propósito” basados mayoritariamente en la  raza corriedale (60%), con lanas que en promedio están entre 29 y 30 micras y  por otro lado un sistema especializado en la producción de merino (20%) que ha  venido afinando sus lanas, ambos como parte de sistemas ganaderos mixtos con  vacunos.
  
        Salvo aquellos sub-sistemas dedicados a la  invernada de corderos, no existen (con algunas excepciones), sistemas realmente  especializados en la producción de carne ovina, como los que predominan en NZ,  Reino Unido, o partes de Australia con muy buenos niveles de nutrición,  vientres muy prolíficos, cruzamientos con razas terminales y corderos de alta  calidad.
En situaciones como las actuales donde los valores de lanas corriedale con diámetros por encima de 29-30 micras tienen y van a tener serias dificultades de comercialización a precios remunerativos, surge la inquietud de modificar el clásico doble propósito, con la producción de lanas más finas, dentro del corriedale (en una opción muy lenta) o con la introducción de nuevos genotipos, en particular el Merino Dohne, manteniendo o aun mejorando la producción de carne.

          3. ¿UN MAYOR ÉNFASIS EN LA PRODUCCIÓN DE CARNE OVINA?
  
        En  nuestro  país, la evolución del sector ovino, ha dependido fundamentalmente de los  precios de la lana y de los precios de la carne vacuna (Salgado,1998)
  
        Históricamente el análisis referente a la  factibilidad de volcarse a la producción de carne  ovina ha surgido cada vez que los precios de  la lana descienden, pero no ha conducido a la implementación generalizada de  sistemas especializados en la producción de carne ovina. Lo que sí claramente  surgió fue un sub-sistema invernador de corderos que capitalizó las ventajas  económicas que se obtuvieron con este negocio que ha resultado muy atractivo:  compra de corderos flacos y engorde.
  
        La producción ovina de carne sin embargo  se ha visto muy afectada cuando el producto  carne ovina se enfrentó a restricciones en la demanda por parte de los  frigoríficos locales y a caídas en el precio, fundamentalmente teniendo en  cuenta la necesidad de inversiones en pasturas y  la posibilidad de utilizar esas inversiones con  los vacunos. 
La decisión de especializarse en la producción de carne ovina no es solamente un tema de voluntad. Debe tenerse presente que conlleva la necesidad de analizar el conjunto de la producción ovina y que implica tomar en cuenta que:
A su vez, es importante destacar que aún en las condiciones más favorables para la carne ovina, (invernada de corderos) la proporción del ingreso que corresponde a la lana de dichos animales es relevante.
A los precios  actuales de la lana, por ej. los corderos pesados cruza Dohne con Corriedale,  generan un aporte al ingreso bruto  que  alcanza los U$S 10 por cordero por concepto de lana. 
        
        4. LOS CRUZAMIENTOS TERMINALES, CON RAZAS CARNICERAS.
        
        En situaciones de  bajos precios de lana muchos productores han estado proclives a realizar  cruzamientos de su majada pura (o parte de ella) con razas carniceras  terminales, cuyos corderos presentan en general mayor velocidad de crecimiento  (10-15%) y diferente composición de la res. 
  
        Al realizar  cruzamientos con razas carniceras terminales sobre razas puras como Corriedale,  Ideal, Merino, etc., se estará explotando únicamente el vigor híbrido para el  crecimiento del cordero. Un componente clave como lo es la reproducción no se  modifica, lo que continua constituyendo una restricción fundamental en un  sistema de producción especializado en carne ovina. 
  
        A su vez, tratándose  de majadas de razas laneras hay que asegurar el nacimiento de  la cantidad de reemplazos necesarios para la  reposición de la majada, (con un margen de refugo adecuado) destinando el resto  a cruzamientos terminales. Por lo tanto, la proporción que es factible utilizar  en cruzamientos depende directamente del % de señalada, y normalmente es muy  reducida. Estos es lo que  seguramente ha restringido el mercado de las razas carniceras terminales a  nivel nacional.

5. UN "DOBLE PROPÓSITO CON LANA FINA"
        
        En términos  generales, no se prevé que el grueso de la producción ovina en nuestro país  vaya a desarrollarse en condiciones nutricionales que permitan pensar en el  desarrollo de sistemas intensivos de producción de carne ovina. Seguramente van  a haber algunas excepciones, pero la mayor parte estará ocupando campos  ganaderos en base a campo natural con una muy reducida utilización de  mejoramientos.
        
        La posibilidad de que  los sistemas ovinos puramente “criadores” pasen a “criadores- inveradores” de  su propia producción, dada la escasa área de mejoramientos que es necesaria,  constituye una opción más realista. Una majada de cría de 1000 ovejas,  señalando el 80%, precisaría un área de praderas en torno a las 20-25 ha,  para invernar los corderos machos y algunas  corderas de refugio. Esto suena mucho más alcanzable en la realidad de nuestro  país.
        
        El mercado de la lana  está enviando señales muy claras en relación a la necesidad de afinar, y de  hacerlo tan rápido como sea posible, sin resignar una producción eficiente de  carne ovina.
        En estas  circunstancias el Merino Dohne aparece como una gran oportunidad, para  intervenir en el armado de estos sistemas “doble propósito con lana fina”.
Los resultados  obtenidos por una gran cantidad de productores así como centros de  investigación nacionales avalan esta aseveración.
        
        La información  generada en Uruguay desde su introducción hace ya 6 años (a nivel experimental  y de predios: INIA, SUL) demuestra que el DOHNE es una alternativa que  constituye una muy buena respuesta a esas demandas, y que merece ser analizada.
  
        INIA dispone de  resultados preliminares de 4 años donde se observa que los animales de media  sangre Dohne x Corriedale muestran: una reducción drástica del diámetro (4  micras) en una generación, su coeficiente de variación, una mejora en el  color, con una leve reducción en el peso del vellón (140gr).
  
        Recordemos que bajar  el diámetro de la lana corriedale de 30 micras a 25 micras equivale a duplicar  su precio.
  
   En cuanto a la producción de carne, las tasas  de ganancia de peso son mayores para los corderos y borregos  F1, con canales mas pesadas y un mayor calibre  de los cortes de alto valor. (Montossi et al, 2007) Se están evaluando a su vez  aspectos reproductivos y sanitarios (pietín y parásitos gastrointestinales). 
  
        Similares resultados  han venido observándose en predios donde se vienen  monitoreando la producción de lana y carne  con la utilización del Dohne.
  
        En el caso de  Uruguay, a diferencia de Australia, no se trata de mantener la producción de  lana fina y potenciar la producción de carne, sino de afinar nuestras lanas corriedale  rápidamente y mantener o aun mejorar la producción de carne.
  
        Creemos que un  sistema de producción de este tipo se adapta claramente a la situación de los  mercados de lana y de carne ovina actuales y del futuro cercano, y es mas  compatible con las condiciones ambientales que seguramente se van a continuar  brindando en general a nuestras majadas, basadas en campo natural con escasos  mejoramientos.
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