La firma Pfizer Sanidad Animal presentó en el mercado argentino Improvac, una “revolucionara” vacuna para el manejo del ganado porcino.
“Improvac representa un cambio en la castración quirúrgica hacia una forma de manejo más amigable para el animal que puede ayudar a resolver cualquier inquietud del consumidor sobre el dolor y estrés causados por la castración quirúrgica”, destacó Lucas Monte, responsable del área de Cerdos del laboratorio Pfizer.
Monte añadió: “la mejor eficacia en la conversión alimenticia tiene además implicaciones ambientales positivas a nivel mundial ya que promueve una industria más sustentable usando menos alimento y generando menos desechos por cada kilogramo de carne producido”.
Desde la empresa destacaron que “es una alternativa efectiva a la castración quirúrgica, que mejorar la calidad de la carne de cerdos de animales machos previniendo el ‘olor sexual’. A diferencia de la castración quirúrgica, permite patrones de crecimiento mucho más parecidos a los de cerdos intactos, incluyendo una conversión alimenticia más eficiente”.
Esto significa que los cerdos que reciben esta vacuna, continuó la compañía, “pueden reducir potencialmente costos de producción, mejorando la rentabilidad”.
Improvac funciona como una vacuna usando el propio sistema inmune del cerdo para bloquear temporalmente el desarrollo de los testículos durante la maduración sexual.
''No es un medicamento y no tiene actividad hormonal. Al bloquear la actividad de los testículos, previene la producción y acumulación de sustancias que producen olores y sabores desagradables en la carne de cerdo al momento de cocinarla'', señaló Pfizer.
En lugar de castrar quirúrgicamente a los cerdos machos jóvenes, los productores simplemente administran dos inyecciones detrás de la oreja, con un intervalo de al menos 4 semanas entre cada inyección, aplicando la segunda aproximadamente 5 semanas antes del sacrificio.
Esto estimula el sistema inmune del cerdo para que produzca anticuerpos naturales a su propio factor liberador de gonadotropinas (GnRF), la sustancia que estimula la función testicular y promueve la acumulación de olor sexual.
Este modo de acción único, significa que Improvac puede producir una castración inmunológica temporal que evita la necesidad de la dolorosa castración quirúrgica, explicó la compañía.
El laboratorio resaltó que “para los productores, los beneficios económicos de Improvac son considerables comparados con la castración quirúrgica. Además de reducir los costos de producción, esta vacuna evita muertes y enfermedades en los animales producto de estrés e infecciones asociadas con la castración quirúrgica. Además, al mantener mejores patrones de crecimiento y canales más magros de cerdos íntegros, también existe el potencial de aumentar las ganancias”.
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