La primera disertación de la cuarta sesión del 18º Congreso Mundial de la Carne estuvo a cargo del director nacional de Sanidad Animal del Senasa, Jorge Dillon, quien realizó algunas referencias sobre la política argentina en materia de salud y bienestar animal.
Dillon planteó que la calidad sanitaria en la ganadería debe medirse por situaciones concretas y objetivas que se encuentren basados en principios científicos y libres de presión política. En este sentido, la ganadería argentina goza de bienestar y condiciones saludables sin duda alguna. Esto es consecuencia directa de la crisis del 2001 que generó la fiebre aftosa y que solo pudo salirse gracias al gran trabajo realizado por la Senasa, organismo encargado del bienestar y salud animal.
Desde entonces, la Argentina tiene un plan estratégico para la erradicación y prevención de enfermedades basado en la creación de una nueva institucionalidad que controla el proceso de producción y distribución, y ya no el producto final. Para ello, a nivel internacional, el país internaliza todas las normas de sanidad de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (en ingles Food and Agriculture Organization, FAO), entre otras. Además, a nivel regional Argentina forma parte de la Organización del Cono Sur, organismo que realiza acciones conjuntas entre los distintos países miembros. Cabe destacar que, gracias a esta organización, América será el primer continente libre de aftosa. Por último, a nivel nacional, existe un sistema sanitario regional que involucra el trabajo conjunto del gobierno nacional, los gobiernos provinciales, las universidades, las distintas ONG’s y organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Tal como lo explicó Dillon, la Argentina realiza consultas públicas, desarrolla recursos humanos capacitados permanentemente y utiliza constantes y rigurosos monitoreos para prevenir enfermedades. Además, el organismo cuenta hoy en día con financiación por parte del Estado, cuando antes sólo recibía aportes del sector privado.
El bienestar animal en la Argentina es una política impulsada principalmente por los productores. Por ello, el director de la Senasa no duda en afirmar que “este país está libre de enfermedades”. La propuesta busca reconstruir la confianza del mercado internacional. “La Argentina quiere seguir suministrando alimento al mundo. De allí sus esfuerzos en mejorar la salud y el bienestar animal”, expresó Dillon.
Holanda y la práctica agropecuaria
El bienestar animal en la práctica agropecuaria fue un tema desarrollado por el holandés Henny Swinkels, director del Van Drie Group, quien dejó sentado que esta problemática es la principal preocupación de la empresa.
Swinkels señaló que Holanda tuvo una reputación negativa que solo fue revertida gracias a la actuación del estado. La creciente producción de leche y queso holandés dan cuenta del grado de recuperación alcanzada.
En un breve raconto histórico, el director de Van Drie explicó que desde 1945 la seguridad sanitaria es un tema importante en la agenda agropecuaria. Luego, los productores se preocuparon más por la sustentabilidad económica. Es así como se llegó a entender que si se quiere seguir produciendo se debe mejorar el bienestar animal con responsabilidad empresarial y social.
El transporte es un ejemplo concreto de esta situación. El desarrollo de acondicionamientos saludables para transportar animales hace a los estándares de calidad. Por ello, en Holanda se han desarrollado un sistema de camiones que evitan la exposición de los animales a los abruptos cambios de clima, por ejemplo. La idea que plantea el especialista es que la calidad ambiental significa inversión. En este sentido expresó: “Se debe invertir tanto para dar a la gente lo que espera de nosotros como así también para mejorar los beneficios económicos”.
A nivel internacional
La temática referida a la cooperación mundial en el bienestar del ganado estuvo dada por Daniela Battaglia, oficial de producción ganadera en la División de Producción Animal y Salud en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La pregunta ¿por qué la FAO se preocupa por el bienestar animal? encuentra respuesta en la estrecha relación que existe entre la salud animal y la salud humana. A su vez, según Battaglia, el bienestar animal se encuentra directamente vinculado a la productividad ganadera. Ejemplo de ello son los animales que se encuentran bajo fuertes presiones y situaciones de estrés durante el transporte y la faena, que brindan carne de menor calidad. En este sentido, del 30 al 50 por ciento de la perdida se puede disminuir con mejorar las condiciones de transporte y faena.
En una visión positiva, la disertante de la FAO opinó que “el sector agropecuario tiende hacia la sustentabilidad y la calidad de vida del animal”, expresó. En este sentido, muchos son los organismos que desarrollan estándares de calidad, ya que representa oportunidades económicas para nuevos mercados. Y esto resulta más evidente en los países en desarrollo. Por ello, se puede afirmar que el bienestar animal aporta beneficios a todos.
Desde esta perspectiva, la FAO se posiciona como plataforma neutral para generar dialogo entre los productores para sensibilizar, educar, formar y ofrecer información técnica para generar compromiso y sustentabilidad económica.
El ejemplo chileno
Debido a urgencias personales, el jefe del Subdepartamento de Bienestar de la División de Protección Pecuaria del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) del Ministerio de Agricultura de Chile, Dr. Leopoldo Stuardo Escobar, no pudo estar presente para su disertación. Sin embargo, sus ideas fueron expresadas a través de un texto sobre su disertación que trató de la Union Europea, el comercio internacional y el bienestar animal.
Según Escobar, el bienestar animal tiene un origen ético y uno comercial (por su implicancia en el comercio internacional). Desde la primera instancia, el bienestar animal es entendido como bienestar humano. Y desde la segunda instancia, se generó una discusión al interior de la Unión Europea que terminó en la producción de estándares para mejorar el bienestar animal por parte de la OIE y la FAO.
En esta línea, Chile constituye un país que mira al comercio exterior donde la comercialización de la carne se da principalmente con la Unión Europea, con una preferencia arancelaria. Por ello, se le otorga mucha importancia tanto a la cadena de producción como a la cadena de distribución de la carne. Ambos hacen a la calidad y al bienestar del producto.
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