Un trabajo conjunto iniciado hace cinco años por los responsables de la Cabaña Texel, perteneciente al INTA Esquel, ubicada en la Precordillera del Chubut (Argentina), y especialistas en genética del INTA Bariloche, Río Negro, ya dio sus primeros frutos. Recientemente, esa estación comenzó a aplicar un índice de selección basado en el beneficio económico y el mérito genético (DEPs) de ovinos de la raza carnicera Texel.
Al igual que los usados en el Provino, muy conocidos por productores laneros, este índice pondera las características de mayor impacto económico en la producción de carne ovina. En este primer caso, se pondera especialmente la velocidad de crecimiento durante la lactancia, ya que es la característica más relevante en la producción de corderos livianos.
También se cuenta con información de DEPs para otras características de importancia para razas carniceras, basadas en los datos registrados durante 10 años, como peso al nacer, a los 100 días (destete) y a los 240. Actualmente, se trabaja con la información de rinde carnicero y área de ojo de bife, entre otros.
Esa información se utiliza, en los principales países productores de carne ovina, como Australia y Nueva Zelanda, para evaluar el mérito de reproductores de las razas carniceras, sobre una base objetiva común.
Si bien actualmente el plantel de INTA Esquel es el único que emplea este índice, se está procesando la información de otro establecimiento de la raza como primer paso hacia la generalización del uso en otras cabañas del país. Así, con la aplicación de este índice, los productores podrán optar por animales con buen peso al nacer y rápido crecimiento para corderos “lechales” o rapidez de crecimiento y buena conformación y rendimiento carnicero, destinado a producir corderos pesados y borregos, informa INTA.
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