Si no se producen cambios en la política comunitaria sobre los cultivos transgénicos, cada vez será mayor el déficit de soja en Europa, lo que conllevará a un aumento en el precio de los piensos y, en consecuencia, un incremento del precio de la carne de porcino y de pollo, según informa avicultura.
Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por el instituto holandés LEI, financiado por la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea, para evaluar el impacto de los cultivos modificados genéticamente, en Europa.
En 2000, un 50% del cultivo de soja en Estados Unidos era transgénica. Siete años más tarde, el porcentaje aumentó a un 90%. El maíz modificado supone ya un 70%, tanto en Estados Unidos como en Argentina y Brasil.
Europa es actualmente autosuficiente en maíz, sin embargo importa soja de América. Si continua la política actual en relación a la aprobación muy lenta y bajo condiciones muy estrictas de las variedades transgénicas, las granjas cada vez dependerán más de las importaciones.
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