Las ovejas son capaces de soportar una dieta hasta un 70% más ligera de cereal, si se substituye este producto por alfalfa o heno de gramíneas, sin que se vea variado el funcionamiento de su aparato digestivo. Un experimento realizado por personal de la Facultad de Veterinaria de León ha conseguido concentrados con menos presencia de cereal, importantes económicamente para el sector ganadero. Muchos piensos se basan en estos productos agrícolas y el alza de precios ocasiona importantes quebraderos de cabeza a este colectivo, informa DICYT.
El concentrado substitutivo no afectaba la actividad en el rumen de las ovejas, ni la eficiencia de su síntesis micróbica. Tampoco ocasionaba pérdidas nítricas. Sin embargo, aporta menos energía a los animales. Este efecto se ve compensado por el hecho de que los forrajes “contienen fibras, lo que permite introducir mayor cantidad de concentrado”, explica una de las investigadoras, Dolores Carro.
Los investigadores, del Departamento de Producción Animal de la Universidad de León, tomaron seis ovejas productoras de leche y las alimentaron bajo un esquema denominado cuadrado latino. Durante cuatro periodos de un mes cada uno, se ofreció a las ovejas cuatro dietas diferentes en la que se cruzaban los dos principales componentes, el cereal y el forraje. Además, se dividió tanto la proporción de componentes como el tipo de forraje. Por una parte, se estimó un porcentaje de concentración de 30 ó 70% para cada una de los dos partes del experimento. Por otro, para el tipo de forraje, fuera alfalfa o heno de gramíneas.
Así, cada ejemplar se alimentaba al 70% de cereal con un 30% de alfalfa o heno de gramíneas y al 30% de cereal y al 70% de alfalfa o heno de gramíneas. Otras dos ovejas más se sumaron al análisis como reservas ya que “los animales son factores de variabilidad importante”. Cada oveja estaba canulada, por lo que se podía comprobar los efectos de la alimentación a la que eran sometidos.
La parte cereal de la alimentación estaba basada en cebada, cascarilla de trigo, harina de soja y palma, trigo, maíz y vitamina mineral. Los tipos de forraje tenían diferencias significativas: la alfalfa es calificada de buena calidad, por sus contenidos en proteínas; el heno de gramíneas está catalogado como de calidad media. La experiencia del grupo de invetigación se completa con trabajos sobre la búsqueda in vitro de fermentadores para observar cómo afectan las poblaciones microbianas del rumen a la digestión del ganado ovino.
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