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Resumen.
1. Introducción.
2. Material y Métodos.
3. Resultados y Discusión.
4. Referencias.
RESUMEN.
El sector pecuario chileno ha tenido que responder a las demandas
internacionales con productos homogéneos y de gran calidad. Como
la calidad es un parámetro subjetivo, se ha buscado la manera de
parametrizarla, para lo cual se debe disponer de diferentes herramientas,
como los modelos matemáticos. El objetivo del estudio fue predecir la
calidad de carne bovina para mercado nacional, usando la información
generada por el Programa de Desarrollo de Proveedores (PDP) que
implementó Carnes Ñuble entre los años 1999 al 2003. Se generaron 12
variables, de las cuales a cinco de ellas se les asignaron puntajes,
que al sumarlos originaron el puntaje de planta que corresponde al índice de calidad. Este índice permitió clasificar las canales bovinas
en “Corrientes” y “Especial”, siendo estas últimas las que abastecen
de materia prima a la marca “Pampaverde”®. Los datos se estudiaron
mediante un análisis descriptivo también se realizó un análisis de
correlación con las variables que más aportan al puntaje de planta.
Además, se realizó un análisis de regresión lineal múltiple. Con esta
información, se construyó un modelo que permite predecir la calidad
de la carne para mercado nacional. Este modelo fue validado con
datos del año 2002.
1. INTRODUCCIÓN.
El consumo de carne bovina en Chile ha disminuido
debido a cambios en los gustos y patrones de preferencias
de los consumidores, como también sucede en países europeos
(Piggott y col 1996, Rickertsen 1996). Uno de los
factores más relevantes en este cambio es la preocupación
de los consumidores por la calidad de los productos y
su efecto en la salud (USDA/ERS, 2002, Schnettler y
col 2004). Los atributos homogeneidad del producto y
cuán saludables son (Padilla y col 2007) pueden ser evaluados
asignándoles etiquetas de certificación de calidad
(Oyarzún y Tartanac 2002). El sello de calidad puede
facilitar al consumidor el proceso de compra e incidir en
su preferencia (Fotopoulos y Krystallis 2003). En Chile
existe preferencia por carnes magras, con cortes de buen
tamaño y tiernas, lo cual se considera como carnes especiales
según lo mencionado por Schnettler y col (2004)
que coincide con lo reportado por Yang y col (2006)
para las preferencias de consumidores de fuera del país.
Un factor que debe considerarse es que la demanda por
carne está además influenciada por el poder adquisitivo
del consumidor, por lo tanto serían los consumidores con
mayores ingresos los que podrían acceder a productos
certificados (Padilla y col 2007).
En Chile, el consumidor de carne bovina ha ido evolucionando
en su preferencia, categorizando los alimentos
según la seguridad e higiene del producto, sabor, frescura,
pureza (Schnettler y col 2004), tipo de corte (que éstos
sean magros, sin hueso) y valorando características como
terneza, sabor y jugosidad de la carne (Magofke 1992).
Para lograr la homogeneidad del producto carne,
como factor de calidad, es necesario identificar qué tan comparable es la carne producida a lo largo del
país, considerando en este punto que exista estabilidad
en el producto y que cumpla con un estándar mínimo.
La homogeneidad del producto estará dada por la raza
del animal que se faene y el sistema productivo que se
utilice para producir carne. La genética más usada en
los sistemas de producción de carne bovina chilenos es
el ganado de doble propósito, en tanto la producción de
carne con razas especializadas representa sólo entre el 25
a 30% de la masa ganadera total (Becerra y Klee 1991,
Esnaola y Poblete 1993, Amesti 2000).
La apertura económica de Chile al mercado internacional
de carnes precisa una mayor integración en la
producción y comercialización de la carne bovina, para
así aumentar la competitividad e incrementar su participación
en éste (Saravia 1996). La planta faenadora de
animales Carnes Ñuble S.A. entre los años 1999 y 2003
implementó un programa de desarrollo de proveedores
(PDP), a través del cual logró introducir al mercado nacional
una marca propia, conocida como “Pampaverde”®,
que genera productos homogéneos y con certificación
de calidad, permitiendo agregar valor y diferenciación de sus productos frente a la competencia (Ávila 2002).
Además, en el mercado chileno se cuenta con otras marcas
de carne con certificación de calidad, entre estas “Carne
a Punto”®, producida por Frigorífico Temuco.
Dado que el concepto “calidad” de un producto es subjetivo,
es necesario conocer parámetros que permitan hacerlo
objetivo. Para identificar parámetros productivos que incidan
en la calidad de la carne y permitan tomar decisiones, existen
diversas metodologías. Entre éstas se destacan los modelos
matemáticos que permiten predecir el comportamiento de los
sistemas productivos frente a cambios en las alternativas de
manejo, usando programas computacionales (Webster 2000).
Los modelos para que sean confiables y aplicables requieren
de un proceso de evaluación y validación, para lo cual es
preciso compararlos con observaciones reales obtenidas in
vivo (Steel y Torrie 1995).
El presente trabajo tiene como objetivo predecir la calidad
de carne bovina, para mercado nacional, a través de la construcción
de un modelo basado en parámetros de calidad.
2. MATERIALES Y MÉTODOS.
El estudio se realizó en base a los registros oficiales
de la planta faenadora Carnes Ñuble S.A. del año 2001,
que corresponden a 7.300 bovinos provenientes de 40
productores de la Zona Centro Sur de Chile, miembros
del PDP Carnes Ñuble S.A.
Las variables utilizadas fueron generadas por la propia
industria obtenidas de las planillas oficiales de registro,
las cuales fueron medidas por certificadores externos a la
planta y corresponden a:
- Peso vivo (kg):
Peso promedio del animal vivo (promedio por lote).
- Peso de la canal (kg):
Peso del animal luego de ser faenado y antes del
desposte, en canal caliente, según INN (1993) y sin la
grasa de riñón.
- Rendimiento (%):
Rendimiento centesimal (Porte 1994).
- Clase:
Los animales se clasificaron en novillos (NOV) y
vaquillas (VAQ).
- Tipificación:
La tipificación se realizó de acuerdo a la NCh 1306.Of 93.
Las canales se tipificaron como: categoría V (3) y categoría
A (2), apareciendo en paréntesis el puntaje entregado por
la planta.
- Fenotipo:
Se determinó en base a observaciones de las características
fenotípicas más relevantes del animal,
confeccionándose los siguientes grupos: Holstein Friesian
(HF), Angus rojo o negro (AN), Hereford (HE), Doble
propósito (DP) incluyendo a Overo Colorado y Overo
Negro; Híbrido de carne (HC) incluyendo a Hereford
x Overo Negro; Hereford x Angus; Hereford x Overo
Colorado; Angus x Overo y Simmental x Overo.
- Conformación:
Las canales se clasificaron como buena (3), regular (2)
y mala (0), apareciendo en paréntesis el puntaje entregado
por la planta.
- Área del ojo del lomo (AOL) (Pulg2):
Se midió a la altura de la décima costilla, en frío, al
momento de obtener los cuartos de las canales, utilizando la
metodología propuesta por Porte (Porte 1994). Estableciendo
cuatro categorías para NOV: menor que 14; 14 a 16; 16 a 17 y
mayor que 17; y cuatro para VAQ: menor que 12; 12 a 14; 14
a 15 y mayor que 15. Asignándole a cada categoría, tanto en
NOV como en VAQ: -1; 0; 3 y 8 puntos, respectivamente.
- Espesor de grasa dorsal (EGD) (cm):
La medición se realizó a través de una regla graduada
en milímetros (mm), que se ubicó en el borde de la capa
de grasa que cubre el AOL, agrupándolas en cinco categorías:
menor a 0,20; de 0,21 a 0,40; de 0,41 a 0,70; de
0,71 a 1,00 y mayor que 1 asignándoles 0; 4; 1; 0 y -8
puntos, respectivamente.
- Marmoleo (MAR):
Se calificó por simple observación de la distribución y
grosor de las vetas de grasa en el AOL, generando cinco
grados distintos de intensidad, desde la categoría grado
uno (bajo) hasta categoría grado cinco (excesivo), siendo
el puntaje otorgado a cada categoría de: 6; 7; 8; 2 y 0
puntos, respectivamente.
- Índice de Calidad (IC):
Sumatoria de los puntajes obtenidos de las canales
bovinas de acuerdo a las variables tipificación, conformación,
MAR, AOL y EGD, cuyos valores fueron asignados
por la planta. Esta variable permitió a la empresa definir
calidad, ya que clasifica a las canales en “Corriente” y “Especial”, siendo esta última definida por sobre los 18
puntos. Las canales clasificadas como “Especial” son las
que abastecen de materia prima a la marca “Pampaverde”®,
destinada a mercado nacional.
Se realizó un análisis exploratorio mediante estadística
descriptiva de los registros oficiales de la planta del año 2001
(7.300) para NOV y VAQ. Posteriormente, se calculó la
matriz de correlaciones entre las variables tipificación,
conformación, MAR, AOL, EGD e IC; para realizar este
análisis se utilizó el coeficiente de rangos de Spearman
(Steel y Torrie 1995, Webster 2000).
Las variables que se utilizaron en el modelo de regresión
lineal múltiple fueron aquellas que presentaron una alta
correlación (P < 0,01) con la variable dependiente (IC). Se
confeccionó un modelo con toda la masa bovina estudiada
y modelos agrupados por clase y fenotipo.
Con los ocho modelos generados: dos por clase, cinco
por fenotipos y masa total, se realizó una comparación
mediante un análisis de varianza (ANDEVA), con un nivel
de significancia del 5%, para lo cual se generaron muestras
de 50 datos por modelo. Con respecto a la verificación
de los supuestos de normalidad de los residuos y de homogeneidad
de las varianzas del modelo se utilizaron los
test de Shapiro Wilks modificados y Bartlet, además, para
desechar problemas de multicolinealidad en el modelo se
utilizó la matriz de correlación entre las variables. Para
mostrar la validación del modelo se utilizó un gráfico de
puntos. Para medir la capacidad de predicción del modelo
se utilizó la prueba de exactitud de Freese (Freese 1960,
Barrales y col 2004), con un 5% de significancia; para ello
se utilizó una muestra de 100 datos elegidos al azar de los
registros oficiales de la planta faenadora del año 2002, de
los miembros del PDP Carnes Ñuble S.A.
El análisis de los datos se realizó mediante el software
InfoStat, versión 2004, y actualizaciones de la Universidad
de Córdoba, Argentina, y para el manejo de los datos y
confección de gráficos se utilizó el software Excel de
Microsoft Office.
3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN.
Del análisis descriptivo se puede inferir que, para las
categorías de los animales faenados en la planta, se pudo
apreciar un mayor beneficio de NOV, independiente del
fenotipo. El ganado faenado correspondió principalmente
a HC seguido por DP, los que en sumatoria representaron
el 65% del total de animales, y tan sólo un 24% de ellos
correspondieron a razas de carne. Al analizar los resultados
por fenotipos de los animales faenados, se puede apreciar
la poca especialización que existe de la producción de
carne. El fenotipo HE es el principal representante de las
razas especializadas en carne, ocupando el 55% de la masa
ganadera de aptitud cárnica. El resto está constituido por
HC y por el fenotipo AN, teniendo este último una participación
creciente en los predios ganaderos (Anrique 1993,
Navarro 2001).
Los pesos vivos promedios (Media ± DE) fueron
similares entre todos los fenotipos tanto para NOV como
para VAQ, correspondiendo a 441 ± 49 y 367 ± 38 kg,
respectivamente. El peso promedio de las canales de NOV
y VAQ fue de 239 ± 28 y 199 ± 24 kg, respectivamente.
Troncoso (1982) y González y col (1991) indican que el
peso promedio de las canales de VAQ es un 17% menor
que el de las de NOV, lo que concuerda con los resultados
encontrados en este estudio, donde el peso promedio de
las canales para VAQ fue un 16,7% inferior al de los NOV.
El menor peso de las canales, obtenido en este estudio, se
puede asociar a la creciente demanda por consumir carnes
con bajo contenido de grasa, las que provienen de animales
jóvenes y con menor peso de beneficio, provocando una
mayor preocupación por evitar el sobreengrasamiento de
los animales (González y col 1991). El sobreengrasamiento
está siendo castigado en el precio a nivel de las transacciones
comerciales, lo que se puede observar en los puntajes
entregados a las distintas variables por la planta.
El rendimiento centesimal de NOV y VAQ varió entre 52 y 55%, con una desviación estándar de un 2%
para ambos casos.
El IC presentó mayores coeficientes de correlación con
las variables MAR, AOL y EGD, siendo ellas significativas
(P < 0,01) (cuadro 1). La variable tipificación presentó coeficientes
de correlación mayores con MAR, AOL y EGD.
Este último índice de correlación positivo podría deberse
al hecho de que la masa ganadera presentó características
homogéneas, como, por ejemplo, animales tipificados “V” en un 95%, con conformación buena a regular un 98% y
un grado de MAR 2 a 3 en un 87%.
Del análisis de correlación se pueden inferir cuáles son
las variables que más influyen en el índice de calidad (IC)
que condiciona que la carne sea clasificada para ser un
producto “Pampaverde”®. Por tanto, las variables MAR,
AOL y EGD presentaron un mayor coeficiente de correlación
(P < 0,01) y se utilizaron para generar los modelosde regresión, debido a que son capaces de explicar hasta
el 98% del IC. Lo anterior concuerda con lo planteado por
Yang y col (2006) que indican que las variables MAR y
EGD le imprimen sabor, jugosidad y terneza a la carne.
A través del análisis de varianza que se realizó a los
puntajes generados por cada uno de los modelos, se estableció que no existe diferencia significativa (P > 0,05)
entre ellos. Por lo que para la validación del modelo se
utilizó la ecuación generada para la masa bovina total y
que correspondió a:
IC = 4,83 + 1,01 MAR + 1,07 AOL + 1,03 EGD
En la figura 1 se observa la comparación entre el promedio
y la desviación estándar mensual del IC generado por
el modelo versus el puntaje real obtenido de las planillas
oficiales de registro de la planta del año 2001, donde se
observa que el rango de error presentado por el modelo
es mínimo frente al puntaje real.
En la evaluación del modelo propuesto para predecir
calidad de carne, al aplicarse la prueba de exactitud de
Freese, se obtuvo un valor de X<sup>2</sup> = 56,2, el cual se comparó con el valor tabular de X<sub>(99,0,05)</sub><sup>2</sup> = 123,22, lo que permite
validar la capacidad predictiva del modelo.
Si a las variables MAR, AOL y EGD se les cambiara
el puntaje asignado en función de las preferencias de
consumidores de otros mercados, podría predecirse qué porcentaje de animales podría ser comercializado en ese
mercado particular. Además, la identificación de las variables
que más influyen en la calidad de carne lleva a pensar
que sería posible, aplicando tecnologías, poder medir estas
variables ante mortem, lo que permitiría al productor o
a los compradores de ganado tener una estimación de la
calidad de su carne.
Dado que el modelo propuesto según la prueba de
exactitud de Freese permite predecir el IC, es que sería
válido determinar las variables MAR, AOL y EGD para
predecir si el animal faenado puede ser comercializado
como carne especial.
En conclusión, es posible predecir el IC de carne especial
bovina utilizando un modelo matemático.
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